En diciembre pasado se firmó un compromiso público–privado, en el que 38 empresas e instituciones acordaron promover la electromovilidad en Chile, iniciativa que considera una serie de acciones y proyectos que en el corto plazo contribuyan a difundir a nivel local las ventajas de la movilidad eléctrica, y promover este cambio en el transporte nacional.
En diciembre pasado se firmó un compromiso público–privado, en el que 38 empresas e instituciones acordaron promover la electromovilidad en Chile, iniciativa que considera una serie de acciones y proyectos que en el corto plazo contribuyan a difundir a nivel local las ventajas de la movilidad eléctrica, y promover este cambio en el transporte nacional.
Uno de los organismos firmantes fue la Agencia de Sostenibilidad Energética, cuyo director ejecutivo aborda con este medio las acciones que están llevando a cabo.
Es así como Ignacio Santelices explica que la política pública en esta materia tiene dos componentes importantes, siendo uno de ellos las “normativas relacionadas con electromovilidad, las estaciones de carga, el proyecto de ley de eficiencia energética, que incentiva también la electromovilidad. Lo otro es un rol de vinculador de actores y ahí es donde la Agencia tiene un papel importante que cumplir. Sacamos este acuerdo público privado en electromovilidad, que es justamente a través del cual queremos tener este rol articulador, es ver cómo los incentivos que se puedan generar desde el Estado y Gobiernos regionales pueden aprovecharse desde los privados, para complementarse, apalancando recursos especialmente pensando en trasporte público, como taxis colectivos y buses”.
En ese contexto, el acuerdo ya presenta una serie de hitos en lo que va de 2019, como la inauguración de una red de estaciones de carga entre Marbella y Concepción, por parte de Copec, y la presentación del primer bus interurbano eléctrico del continente, que conectará las ciudades de Santiago y Rancagua.
Normativa y facilidades
Junto con el desarrollo técnico, otro de los aspectos que impacta en la velocidad con que la electromovilidad se va integrando en la sociedad en disponer de una normativa que aborda la realidad de estos vehículos y la infraestructura relacionada.
Al respecto, Ignacio Santelices detalla que “el desarrollo normativo más bien corresponde a entidades públicas, ellos son los responsables. Una normativa muy importante que se publicó a fines de 2018 fue la de seguridad para vehículos eléctricos del Ministerio de Transporte. Había varios fabricantes, entiendo que Chevrolet entre otros, que no querían traer vehículos eléctricos al país hasta que hubiese una normativa de seguridad, que a los vehículos eléctricos hay que tratarlos distintos que a uno convencional”.
Junto con ello, destaca que “hoy día hay un trámite eléctrico especial para cargadores eléctricos, que es el TE6, que va a permitir identificar todas las estaciones de carga. Ahora falta la norma de seguridad, que probablemente va a salir durante este primer semestre”.
Además, hace mención al actual proyecto de ley de eficiencia energética, “en el que se generan ciertos incentivos para el transporte más eficiente y sostenible, con un énfasis en electromovilidad”.
Aunque reconoce que es necesario avanzar en la incorporación temprana de circuitos eléctricos, que permitan instalar instalaciones de carga lenta en edificios, debido a que “es mucho más barato y eficiente si es que el edificio ya viene cableado, de forma de después poder conectar un cargador en el estacionamiento, a tener que partir con un edificio que ya está construido. Eso está en la estrategia nacional de electromovilidad, pero es algo a lo que hay que hacerle seguimiento, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo debiera avanzar en esa línea”.
Sustitución de la gasolina
Una normativa clara, junto con los avances que se están llevando en materia tecnológica, que están permitiendo que los vehículos eléctricos sean cada vez más económicamente más competitivos, en la opinión de Ignacio Santelices, son los factores que incidirán en que la electromovilidad sea cada vez algo más masivo.
El profesional considera que “vamos a tener combustibles fósiles por muchos años todavía, pero lo que esperamos es que en 2022 o 2023 ojalá haya menos de eso. La gente cuando decida comprarse un auto, opte por un eléctrico porque le va a salir a precios similares, y su costo de operación va a ser mucho más bajo, además de ser más limpios”.
El director ejecutivo de la Agencia destaca que “la meta es que a 2040 todo el transporte público sea eléctrico, y que entre 2040 y 2050 en torno a un 40% de los vehículos particulares sean eléctricos. Aquí va a haber una sustitución natural. Los vehículos tienen una vida útil de 15 años más o menos, hasta 20. Entonces, uno piensa que hacia 2050 0 2060, no debiesen quedar prácticamente en Chile vehículos fósiles, que usen gasolina”.
Impactos en materia educacional y gestión energética
La electromovilidad no sólo implicará un cambio en la forma como nos transportamos, sino que también en la manera en que las instituciones académicas forman a sus estudiantes, e incluso en la manera como las personas se vinculan con la energía en sus hogares.
Es así como Santelices menciona que instituciones Inacap y Duoc tienen cursos de mecánica y electrónica para vehículos eléctricos, de forma de dar respuesta a los requerimientos de sus futuros egresados, “alguien que más de la mitad de su vida laboral va a estar viendo prácticamente sólo vehículos eléctricos. Esa persona no puede salir con una fecha de obsolescencia a 10 años. Es un tema que ya está en todas las carreras técnicas y que tiene nuevos desafíos, hay que integrar no solamente la mecánica, sino también la electrónica. El profesional va a tener un perfil un poco distinto al mecánico tradicional de hoy, y eso los centros de formación técnica ya lo están trabajando, lo han visto, hoy día podría ser una amenaza pero también una oportunidad a futuro”.
Por otra parte, considera que a mediano plano es interesante la forma como la batería del auto va a posibilitar una gestión más eficiente del consumo energético, debido a que “nos va a permitir desconectar nuestra casa de la red eléctrica en las horas de mayor consumo. Por ejemplo, si tenemos tarifas que nos cobran distinto dependiendo del costo de generar la energía, va a ser una buena idea cargar el auto bien tarde en la noche o durante el día, y entregar esa energía del auto a la red o a nuestras casas a las siete de la tarde para cubrir la hora punta”.
En ese contexto, destaca que la Agencia está desarrollando con Nissan y con Enel un sistema V2G (simplificación en ingles del concepto Vehicle to Grid o Vehicle to Everything), que considera paneles solares en los hogares, de forma de cargar el vehículo eléctrico con energía limpia, y que “cuando no haya sol, entregar energía de la batería para alimentar el consumo de la casa. Esto es algo que hoy día está muy poco desarrollado en el mundo, no hay ninguna experiencia de este tipo en Latinoamérica y probablemente nosotros vamos a ser la primera. Es algo que probablemente vamos a lanzar en marzo”.
Fuente: ElectroMov
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