A consideración de Ignacio Santelices, director ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética, el principal desafío es empezar el proceso de descarbonización de la matriz energética no eléctrica, ya que, actualmente, la electricidad representa solo el 22%, mientras que el resto corresponde a biomasa (15%) y combustibles fósiles (63%).
Actualmente, las unidades a carbón constituyen la principal fuente de generación eléctrica del país, con cerca del 40% de la energía total del sistema eléctrico en los últimos años.
Susana Jiménez, ministra de Energía, señala que las centrales a carbón contribuyeron a la seguridad y eficiencia económica del sistema, particularmente, después de la reducción en la disponibilidad de gas natural desde Argentina. Sin embargo, hoy se visualiza un futuro crecientemente renovable, debido a aspectos, como los cambios tecnológicos, la reducción de costos y a una creciente demanda mundial por energía limpia.
“El mercado se está moviendo hacia la descarbonización eléctrica en forma paulatina, adoptando nuevas fuentes de energía que cada vez son más convenientes y eficientes respecto de las tecnologías existentes”, explica.
En virtud de los beneficios que tendría la incorporación de más energía renovable en la matriz eléctrica y de su consecuente reducción de emisiones, el Ministerio de Energía está buscando un acuerdo voluntario de retiro o reconversión de centrales a carbón, de manera de acelerar este proceso.
“La descarbonización de la matriz energética que ha comenzado a gestarse en Chile conlleva una serie de desafíos sociales, ambientales, técnicos y económicos. Por ello, el Ministerio de Energía constituyó, en junio de 2018, la Mesa de Retiro y/o Reconversión de Unidades a Carbón. Este proceso, inédito en el país, permitió reunir y sensibilizar a distintos actores del sector energético, analizando además las múltiples aristas del desafío de la descarbonización eléctrica”, explica Jiménez.
En la mesa, y durante nueve sesiones, fueron realizados estudios con foco en el impacto en la seguridad del sistema eléctrico, en los aspectos laborales y económicos del retiro, y en las variables ambientales y sociales a considerar. Además, se tuvo a mano la evidencia internacional y la situación actual, en cuanto a calidad del aire y la salud.
Según Jiménez, toda la información y análisis emanados de esta mesa son un insumo para que los propietarios de unidades a carbón desarrollen sus respectivos cronogramas voluntarios de retiro de centrales, durante el primer semestre de 2019. Los resultados del trabajo de la Mesa de Retiro y/o Reconversión de Unidades a Carbón se puede descargar desde el sitio web www.energia.gob.cl.
Costos y beneficios
La ministra Jiménez asegura que el proceso de retiro y/o reconversión de unidades a carbón requiere reemplazar infraestructura actualmente disponible. De esta manera, los costos de inversión en nueva capacidad de generación se incrementarán tras el retiro de las centrales a carbón, debido al consecuente reemplazo tecnológico requerido para el abastecimiento seguro y eficiente del sistema eléctrico.
“También será necesario expandir el sistema de transmisión y otras partes de la infraestructura energética para soportar el cambio. En forma parcial, este aumento de costos será compensado por una disminución de los valores operacionales tras el retiro de las centrales a carbón, dado que estas serían reemplazadas por fuentes renovables con menores costos de operación”, apunta.
Al mismo tiempo, Jiménez indica que es importante considerar la dimensión económica y laboral de un cierre, ya que en las comunas donde existen centrales a carbón será necesario realizar un acompañamiento para la transición laboral de los trabajadores locales.
Gustavo Máñez, coordinador regional de Cambio Climático de ONU Medio Ambiente en América Latina y el Caribe, asegura que los costos de descarbonizar la matriz energética son ínfimos comparados con los beneficios que se están ya obteniendo.
“Chile ha atraído una gran cantidad de inversiones extranjeras provenientes de todas las partes del mundo en materia de renovables. Esto ha generado puestos de trabajo y mayor desarrollo económico que si esta generación se hubiera hecho con combustibles fósiles. En 2016, el sector energía fue el que más inversiones obtuvo, por encima de la minería, las obras públicas o el sector inmobiliario”, explica el experto.
Desafíos
A consideración de Ignacio Santelices, director ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética, el principal desafío es empezar el proceso de descarbonización de la matriz energética no eléctrica, ya que, actualmente, la electricidad representa solo el 22%, mientras que el resto corresponde a biomasa (15%) y combustibles fósiles (63%).
“Para hacer esto, debemos avanzar en aumentar la eficiencia energética, electrificar el transporte, reemplazar el diésel que usan nuestras industrias y desarrollar alternativas más limpias para la calefacción domiciliaria. En paralelo, debemos continuar descarbonizando la matriz eléctrica, pues buena parte de la sustitución de combustibles fósiles más contaminantes —como los derivados del petróleo o el carbón— va a ser por electricidad, además de gas y biomasa sostenible”, apunta.
Santelices asegura que, para avanzar en esta línea, existen desafíos regulatorios (sobre todo en lo que respecta a la flexibilización, la gestión de demanda y el pago por potencia), pero también hay otros desafíos tecnológicos.
“Es de esperar que las políticas energéticas que se adopten en los próximos años no solo influyan en la composición de nuestra matriz energética, sino también en nuestra competitividad y productividad como país, y en la contribución que podamos hacer para combatir el cambio climático. Vamos en la senda correcta (…) y esperamos jugar un rol integrador que permita apoyar este proceso”, puntualiza.
Fuente: El Mercurio
Si es posible, pediría dar a conocer la fuente que se utiliza para decir que el carbón genera el 40% de la electricidad en Chile para poder ver si otros combustibles fósiles aparecen entre los combustibles utilizados.
Dice “Actualmente, las unidades a carbón constituyen la principal fuente de generación eléctrica del país, con cerca del 40% de la energía total del sistema eléctrico en los últimos años.”
Según fuente, “Boletín del Mercado Eléctrico Sector Generación”, de la Asociación de Generadoras de Chile, marzo 2019, la producción de energía eléctrica en centrales a carbón representa el 22,5%.