La Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE) entrega una completa guía sobre las alternativas que existen en el mercado para calefaccionar las viviendas. Las principales recomendaciones apuntan a informarse bien.
Por Mariana Pavón, subdirectora de la AgenciaSE, y Carolina Aguayo, jefa de la Línea de Desarrollo de Biocombustibles Sólidos de la AgenciaSE.
En invierno, uno de los mayores gastos del hogar corresponde a los consumos por calefacción. En una vivienda promedio en Chile (77mts2) el consumo de energía al año es de 10.000 kWh, de esa energía un 56% es destinada a calefacción. Si hacemos la diferencia por zona norte, centro y sur, el gasto de energía para calefacción es aún más relevante en la zona sur del país, llegando a representar más del 80% del gasto energético con un consumo de alrededor de 17.000 KWh al año. En términos monetarios el gasto por este ítem para todo el período invernal bordea los $200.000 para una vivienda promedio, e incluso se puede superar cuatro o cinco veces esta cifra (llegando a más de un millón de pesos) dependiendo del lugar geográfico, tipo de combustible y la eficiencia del equipo que se utilice.
“Por lo que representa el gasto de calefacción en el hogar, la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE) busca entregar a las personas la mayor cantidad de información, para que ellos en base a sus posibilidades y gustos elijan aquello que más les conviene.
En ese sentido es importante tener en cuenta que existe un número importante de medidas que pueden disminuir el consumo y con ello los gastos, y además nos ayudarán a hacer un buen uso de la energía. De hecho, aplicando varias de estas medidas se pueden conseguir ahorros cercanos al 50% del consumo energético”, afirma Mariana Pavón, subdirectora de la AgenciaSE.
¿Cómo podemos ahorrar?
La medida principal y más eficiente corresponde al reacondicionamiento térmico debido a que tan o más importante que la generación de calor es la conservación de este, por lo que es relevante tener una vivienda bien aislada térmicamente. Dependiendo del grado actual de aislación de nuestra vivienda realizar un reacondicionamiento térmico nos permitirá obtener importantes ahorros, así lo afirma Carolina Aguayo, jefa de la Línea de Desarrollo de Biocombustibles Sólidos de la AgenciaSE.
Según explica la profesional, lo primero es identificar posibles filtraciones de aire en puertas, ventanas, muros o techumbres. Esta detección se puede hacer de modo casero, prendiendo una vela o incienso cerca de los lugares a revisar y en caso de existir movimientos del flujo de la llama (vela) o del humo emanado del incienso, se presupone que existe ingreso de aire exterior al hogar.
En este sentido, hay muchas medidas que se pueden realizar por etapas y/o en función de las capacidades económicas de cada hogar. A continuación, se señalan algunas:
Tecnología adecuada
La forma en cómo las personas deciden calefaccionarse pasa por varios factores, hay temas económicos, medioambientales, geográficos e incluso culturales, a veces se prefiere un tipo de calor por sobre otro. Por lo que no existe una “única” solución de calefacción, o un tipo de calefactor o energético indicado, todos tienen ventajas y desventajas.
Calefactores eléctricos
Solo por mencionar algunas características de las diferentes tecnologías y sus combustibles, se puede mencionar que los calefactores eléctricos no presentan contaminación intradomiciliaria, son accesibles de comprar, sin embargo, generan un mayor gasto en electricidad en su operación mensual, su potencia térmica es baja, por lo que se recomienda para espacios pequeños.
Gas licuado
Otra alternativa que menciona la misma profesional son los calefactores de gas licuado. El precio de compra es relativamente bajo, sin embargo, su gasto mensual es alto y además producen contaminación intradomiciliaria, por lo cual no es bueno colocar este tipo de estufas en las habitaciones, lo mejor es que sea en lugares ventilados.
Calefactores a parafina
También se encuentran los calefactores a parafina, en cuyo caso, tanto el precio del artefacto como el costo mensual del combustible no son elevados, sin embargo, el mayor problema se presenta por la contaminación intradomiciliaria que genera, que es lo que genera enfermedades respiratorias, por lo que también, su uso se recomienda en lugares que permitan una buena ventilación o artefactos con emisión de gases al exterior.
Aire acondicionado
Actualmente han salido otro tipo de calefactores que son los de aire acondicionados inverter, los que tienen la cualidad de darnos frío en verano y calor en invierno, no genera contaminación intradomiciliaria y su gasto mensual es bajo, sin embargo, requiere de una inversión inicial mayor que se recupera con el ahorro mensual en combustible.
Uso de pellet
En cuanto a la calefacción con biomasa, cabe mencionar los calefactores que funcionan con pellet. Es importante indicar que estos cuentan con etiquetado de Eficiencia Energética, al igual que los calefactores a leña, lo que permite ver la potencia y material particulado que emiten. Los calefactores a pellet poseen alto rendimiento y funcionan con un energético estandarizado con bajo contenido de humedad, elevado poder calorífico y emiten bajas emisiones de Material Particulado a la atmósfera.
Uso de leña
Finalmente, si las personas ya cuentan con calefactores a leña y no tienen mayores posibilidades de reemplazarlas es muy importante usar leña seca.
En Santiago, en el sector urbano, con la entrada en vigencia del Plan de Descontaminación Ambiental se prohibe en forma permanente el uso de la leña; no así el pellet que solo se prohíbe en episodios críticos. La leña seca se puede identificar por su corteza semi desprendida, trozos livianos de color opaco, agrietada en sus extremos y que no debe tener hongos. La leña es el energético más usado en el país, sobre todo en el sector centro sur, donde cerca del 70% de las viviendas la consumen para calefaccionarse.
Fuente: La Tercera