Hostales que obtienen calefacción gracias a paneles fotovoltaicos en la ciudad más contaminada de América; crianceros de cabras que cuentan con electricidad en la alta montaña; un condominio completo que se autoabastece de electricidad en una zona de baja radiación solar, son iniciativas que se han generado a partir del proyecto impulsado por la Agencia de Sostenibilidad Energética y el Ministerio de Energía.
Guillermo Lemus es dueño del Hostal Los Teros en Coyhaique. El 2018 no fue una buena temporada para su negocio debido principalmente a dos razones: la primera, la baja cantidad de visitantes que se hospedaron en su estancia durante esos meses; y segundo, por la gran cantidad de dinero que debió invertir en la compra de leña, que en las comunas de las regiones del sur de Chile es el combustible más asequible para dar calefacción a los hogares, pero a la vez, gran responsable de los altos niveles de polución atmosférica de la ciudad, que la han posicionado -según la Organización Mundial de la Salud- como la más contaminada de América.
En este contexto, la Municipalidad de Coyhaique invitó a Lemus a postular a un proyecto de mejoramiento de infraestructura turística del programa Comuna Energética, impulsado por la Agencia de Sostenibilidad Energética en conjunto con el Ministerio de Energía. Así, logró instalar paneles fotovoltaicos en el techo de su hostal y conectarlos a la red eléctrica de la ciudad para generar energía y calefacción.
En los últimos meses el negocio de este empresario turístico ha mejorado considerablemente. “Los pasajeros me dicen que nos prefieren por tener un ‘sello verde’ o ‘sustentable’”, cuenta Lemus. Hoy el 60% de su consumo energético mensual es gracias a esta fuente limpia y renovable, y en unos años más, espera llegar al 100%.
“La alternativa de conexión a la red le ha permitido pensar en que si llega a producir más energía de la que consume podrá incluso inyectar al sistema. Pero lo mejor de todo es que luego de que esta iniciativa se diera a conocer en la prensa y en las radios locales, se han acercado nuevas pymes hoteleras interesadas en participar”, asegura Pamela Cárdenas, encargada del Programa de Protección al Medio Ambiente en la Municipalidad de Coyhaique.
La funcionaria es, además, una de las impulsoras del programa Comuna Energética en la zona y, junto al Hostal Los Teros, uno de los casos de éxito de la iniciativa que comenzó a funcionar en 2015 con el fin de impulsar el desarrollo energético de Chile.
Comuna Energética fue creado a partir del modelo suizo Energiestadt que tiene más de 20 años de trayectoria y, según cuenta Rodrigo Barrera, coordinador del programa, a la fecha se han invertido cerca de $1.200 millones en iniciativas de energía sostenible, recursos de los cuales más del 50% ha venido del sector privado, y se han ejecutado más de 50 proyectos en 50 comunas del país, repartidas de Arica a Cabo de Hornos.
“Y esto ha ocurrido en zonas muy diversas en su geografía, territorio, en su desarrollo socioeconómico y cultura. En ellas se han elaborado estrategias energéticas locales que han permitido tener un plan de acción que ha convocado a más de 5 mil actores”, asegura Barrera.
El experto explica que este programa nace desde la premisa de que las mismas ciudades pueden participar de una transición hacia un desarrollo más limpio y bajo en carbono. Es por ello que las mismas comunidades pueden ser certificadas según el desarrollo de la estrategia energética local que elaboren. De hecho, tres comunas ya cuentan con un pre sello: Peñalolén, Temuco y Providencia.
Agrega que recientemente se cerró la versión 2019 de una de las líneas de financiamiento del programa, el Concurso Comunidad Energética, con un récord de más de 300 postulaciones a nivel nacional (se encuentra en proceso de evaluación) y donde se incluyeron iniciativas de eficiencia energética, energías renovables, movilidad, reforestación, etc.
El proyecto del Hostal Los Teros, en Coyhaique, fue parte de una iniciativa de microempresarios de hoteles y hostales de la comuna que en conjunto con el municipio propusieron un mejoramiento de la envolvente térmica en sus instalaciones, reduciendo el consumo y por ende los gastos en energía. La iniciativa intervino ocho hoteles y hostales de la zona, cuatro de ellos con iniciativas de reducción de su demanda energética, por medio del recambio de ventanas o instalación de aislación, mientras el resto gestionó la instalación de paneles fotovoltaicos para para el autoabastecimiento.
Barrios solares
Una iniciativa de la capital de la Región de la Araucanía, es uno de los casos más celebrados en este programa, luego de que se concretara el proyecto Barrio Solar, en la que se beneficiaron a 26 familias.
“El proyecto consistió en la implementación de sistemas fotovoltaicos en viviendas del condominio Frankfurt. Este proyecto se postuló al segundo llamado del Fondo de Inversión Energética Local el 2018 –otra de las líneas de financiamiento del programa Comuna Energética- y fue implementado durante el año 2019. Este es un caso de éxito de agregación de demanda, en una zona de baja radiación solar como es la zona centro sur de Chile, y además involucra activamente a los vecinos del condominio, quienes financian los sistemas y participan en su difusión”, explica Eduardo Araneda, jefe del Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Temuco y coordinador del programa Comuna Energética en esa Municipalidad.
Agrega que es destacable la forma en cómo la comunidad acogió la iniciativa. “Tuvimos un 76% de adhesión, lo que como Comuna Energética nos llena de orgullo. No creo que exista un proyecto similar en el sur de Chile, de generación fotovoltaica, con este nivel de adhesión, y todo concentrado, además, en un mismo sector. Creo que este programa pone la energía al nivel ciudadano y con mucho sentido. Este programa también empodera a los gobiernos locales para que se hagan participes en abordar estos nuevos ámbitos de la sustentabilidad, como lo es la Energía”, señala.
El coordinador de Comuna Energética, Rodrigo Barrera, en tanto, subraya la participación de la ciudadanía en términos de la generación y el uso eficiente de la energía gracias a este tipo de proyectos.
“Trae tremendos beneficios económicos en términos de la reducción de los gastos y positivos impactos ambientales. Hoy queremos que haya más participación de las comunidades en el desarrollo energético local, fomentar un mercado energético local bajo en carbono, y fortalecer las competencias de los municipios asociadas a la gestión energética local”, asegura.
Inversión Energética Local
En la actualidad se está ejecutando la tercera versión del Concurso de Inversión Energética Local, el cual ha financiado diversas iniciativas de energía renovable y eficiencia energética tanto para el sector residencial, pymes, e infraestructura pública. Este busca promover la asociación pública y privada, entre municipios y privados, para que propongan iniciativas de eficiencia energética, energías renovables y movilidad sostenible.
Una de ellas es la incorporación de sistemas de eficiencia energética en la piscina del Parque O’Higgins y en la cual se involucró la Municipalidad de Santiago en conjunto con Enel X.
“Ellos presentaron una iniciativa que mejoraba la tecnología de calefacción del agua caliente a bombas de calor generando cerca de $60 millones de ahorro para la Municipalidad sólo por concepto de energía. Esto va a beneficiar a los más de 300 usuarios que diariamente utilizan la piscina temperada”.
Aunque la lista de proyectos es larga: Caldera 30+, que permitió que 136 viviendas y comercios pudieran agruparse para adquirir sistemas fotovoltaicos, reduciendo cerca de un 20% los costos asociados; en Peñalolén cerca de seis colegios municipales adoptaron sistemas fotovoltaicos en su infraestructura; y el proyecto Microred Urbana Solar de Providencia, y que implementa sistemas fotovoltaicos en techos residenciales y además baterías de respaldo.
“Es un modelo bien innovador porque nos permite darnos cuenta de que un barrio puede estar conectado a la red, pero, al mismo tiempo, tener independencia en el caso que no tengan suministro eléctrico”, asegura Barrera.
A la lista también se suma la particular iniciativa de un grupo de crianceros de cabras de Monte Patria que logró el financiamiento de un kit solar que les entrega suministro eléctrico para iluminación y comunicación durante el verano cuando se trasladan a la alta montaña para alimentar a sus animales.
“Con este proyecto pudimos beneficiar a cerca de 400 crianceros mejorando sus condiciones de trabajo y de seguridad, y disminuyendo la contaminación por el uso de pilas y baterías. Fue tal el éxito de esta iniciativa que lo replicamos en 25 comunas del país beneficiando a otros 600 trabajadores con actividades productivas similares como pescadores, arrieros, etc.”, dice el coordinador del programa Comuna Energética.
Actualmente, el Concurso de Inversión Energética Local mantiene abierta las postulaciones hasta el 24 de enero. Dispone de cofinanciamiento para proyectos individuales de hasta $55 millones de pesos.
Fuente: La Tercera