Ignacio Santelices, director ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética (Agencia SE), afirma que, considerando el efecto de los GEl, “es muy importante, primero, usar bien y no desperdiciar la energía y, segundo, que esa energía provenga de las fuentes más limpias posibles, que justamente son las energías renovables”.
Nuestro país es considerado atractivo a nivel internacional para la inversión de energías renovables. Así lo establecen sondeos como el informe Climatescope de 2018 y el estudio relativo al Índice de Atractivo País para Energías Renovables (Recai) realizado por la consultora EY y presentado en 2019.
Sin embargo, aún existen desafíos para que el sector energético avance hacia un modelo más limpio y sustentable, considerando que cerca del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país provienen de este sector.
Las condiciones geográficas y recursos naturales disponibles permiten la generación de energía renovable a través de diversas fuentes, entre ellas, hidráulica, solar, eólica, y la que proviene de los océanos. Sin embargo, también están presentes las energías renovables no convencionales, las cuales son poco invasivas con el medio.
La utilización de este tipo de energías permite disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, ser un apoyo fundamental para combatir el cambio climático.
Marcelo Mena, director del Centro de Acción Climática de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, explica que un mayor uso de energías renovables “reduce la huella de carbono del sector eléctrico. La electrificación de los procesos industriales, de calefacción residencial y del transporte público y privaDo permitirá ampliar esa baja de emisiones, desplazando también el uso de combustibles fósiles como el petróleo y así cumplir la meta de descarbonización que se puso Chile para 2050”.
Por su parte, Ignacio Santelices, director ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética (Agencia SE), afirma que, considerando el efecto de los GEl, “es muy importante, primero, usar bien y no desperdiciar la energía y, segundo, que esa energía provenga de las fuentes más limpias posibles, que justamente son las energías renovables”.
Desafíos para Chile
Invertir en almacenamiento de energía permitirá ampliar el uso de energías renovables en nuestro país. Así lo considera Mena, quien afirma que uno de los principales desafíos en esta materia “incluye mejorar sistemas de respaldo energético (como almacenamiento de energía), gestión de demanda y aumentar la transmisión eléctrica para permitir llevarla de los puntos de generación a los lugares de consumo”.
En esa misma línea, Ignacio Santelices, enfatiza que es necesario continuar generando las condiciones adecuadas para invertir en energía y afirma que el principal desafío de las energías renovables se relaciona con “reemplazar los consumos de petróleo, carbón, y otros combustibles contaminantes en el transporte, la industria, el comercio y los hogares por electricidad proveniente de energías renovables”.
Avance y desarrollo
Interconexión energética
Chile ha avanzado en materia de interconexión energética con otros países de la región al alero de la Comunidad Andina.
El Ministerio de Energía concluyó, a partir de un estudio dado a conocer el año pasado, que es viable técnica y económicamente tener una interconexión eléctrica entre Chile y Perú la cual permitiría a nuestro país exportar energía eléctrica a de la fuente solar.
Para Marcelo Mena, la interconexión con otros países de la región tiene beneficios, ya que “permitiría una exportación neta de las fuentes abundantes y baratas de energía que tiene el norte y suplir con otras fuentes renovables del continente cuando su producción se reduzca”. “Una mayor integración energética entre los países de la región nos impulsaría a lograr mejores estándares de productividad en cada país, de competitividad con el resto del mundo y también alcanzar un desarrollo sostenible”, explica por su parte, Ignacio Santelices.
Fuente: La Tercera