Sabemos que el uso de leña húmeda genera episodios de contaminación y hace que el proceso de calefacción sea más ineficiente y contaminante, lo cual se evidencia en las principales ciudades del centro sur del país, donde el 77% de las viviendas se calefaccionan con leña.
Carla Asenjo – Jefa de proyecto del Sello Calidad de Leña en la Agencia de Sostenibilidad Energética.
Hace un año, el Ministerio de Energía y la Agencia de Sostenibilidad Energética lanzaban el nuevo Sello Calidad de Leña, reconocimiento entregado por el Estado a los comerciantes de leña que se destacan por ofrecer un producto de calidad.
Este sello nace del trabajo conjunto de un grupo de instituciones, a partir de la experiencia generada desde la sociedad civil a través del Sistema Nacional de Certificación de Leña, que entregaba a los comerciantes una certificación por la calidad del producto, origen y además garantías al consumidor. El actual sello además de generar un producto diferenciado y de calidad, va más allá: busca preparar al mercado – comerciantes y consumidores – y generar las bases para la implementación de la futura regulación de la calidad que tendrá este combustible.
Sabemos que el uso de leña húmeda genera episodios de contaminación y hace que el proceso de calefacción sea más ineficiente y contaminante, lo cual se evidencia en las principales ciudades del centro sur del país, donde el 77% de las viviendas se calefaccionan con leña. Es por ello la relevancia de diferenciar a los comerciantes que hacen bien las cosas y que ofrecen a las familias un energético de mejor calidad y menos contaminante. Por su parte, los consumidores gradualmente han demostrado cambios de hábitos en el consumo de leña lo que ha generado una creciente demanda por leña seca, que es necesario ser capaces de satisfacer y garantizar.
En los pasados días se aprobó en la Cámara de Diputados el Proyecto de Ley que regula la calidad de leña que se comercializa en Chile, un anhelo de muchos años del rubro pero que además conlleva importantes desafíos para un mercado marcado por la informalidad y la falta de estándares de calidad.
En este contexto, el Sello Calidad de Leña ya cuenta con más de 200 comerciantes acreditados desde las regiones de O´Higgins hasta Aysén. Y próximamente se abrirá una nueva convocatoria al sello. Esta es una oportunidad para todos aquellos que quieren desde ya cumplir los aspectos normativos, y es una invitación a comprometerse con la leña de calidad, hoy voluntario, pero que será una obligación cuando el Proyecto de Ley sea totalmente despachado. Aprovechar esta experiencia previa a la regulación, sin duda representa una oportunidad de aprendizaje para comerciantes, consumidores e instituciones.
Fuente: Diario Concepción