El objetivo es asegurar una mejora constante del desempeño energético en una organización. Pero por sobre todo reducir miles de toneladas de gases efecto invernadero.
La Ley 21.350 sobre eficiencia energética que está vigente desde febrero del 2021 apunta a un uso racional de los recursos. Por ello, todos los actores desde transporte, minería, el sector residencial y público, hasta el rubro comercial, el pasado 13 de diciembre presentaron su reporte de sus consumos al Ministerio de Energía sobre eficiencia energética, para que, de esta forma, las empresas que presenten consumos iguales o superiores a 50 teracalorías, sean catalogadas como consumidores con capacidad de gestión de energía, por lo que deberán racionalizar su consumo mediante la implementación de un SGE (Sistema de Gestión de Energía).
Juan Pablo Payero, jefe del Área de Industria y Mercados para la Eficiencia Energética y el Cambio Climático de la AgenciaSE, explica que es importante entender que la implementación de Sistemas de Gestión de la Energía principalmente por tres razones: productividad, competitividad y sostenibilidad, “más que por imposiciones propias de la legislación vigente. Los SGE tienen como objetivo el mejorar el desempeño energético a través de procesos de mejora continua, lo que no solamente se logra a través de la implementación de medidas de eficiencia energética aisladas, sino a través de acciones que aseguren que esta temática se abordará de manera seria y estructurada. En este contexto, es imperativo que la alta dirección sea capaz de tomar las decisiones que resulten necesarias para lograr estos fines y que, de la misma forma, pueda asignar los recursos que permitan a la organización avanzar hacia el cumplimiento de las metas planteadas, asegurando que la eficiencia energética será parte de los objetivos estratégicos de la empresa”, sostiene el especialista de la AgenciaSE.
Pero también contar con sistemas eficientes de la gestión de la energía es un elemento clave para alcanzar las metas de carbono neutralidad, además de un factor esencial parala transición a energías limpias. Mauricio Utreras, socio de Roda Energía, dice que “implementar un sistema de gestión como lo plantea la ley, tiene otros tres grandes objetivos. Primero, es cambiar culturalmentea las organizaciones, integrando una mirada más sostenible de sus procesos, mejorando así la operación energética de las empresas. En segundo lugar, mejorar los estándares de eficiencia mediante el recambio de equipos y, el tercer punto, es lograr procesos operativos más eficientes mediante el desarrollo y la innovación”.
Más de 93.000 toneladas de CO2
Desde la AgenciaSE detallan que, en base a la experiencia en la implementación de Sistemas de Gestión de la Energía, “las empresas en Chile logran ahorros que en promedio van entre un 3% y 5%, lo que es bastante significativo en grandes consumidores de energía. La reducción del consumo de energía trae, como consecuencia directa, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. A la fecha, la AgenciaSE ha logrado reducir a través del cofinanciamiento a la implementación de Sistemas de Gestión de la Energía en el país, más de 93.000 toneladas de CO) equivalente, considerando solamente el periodo 2018-2022″, recalca Juan Pablo Payero.
Fuente: La Tercera