A pesar de los avances de los últimos años, Chile aún se encuentra en una etapa incipiente en el desarrollo de la movilidad eléctrica, de hecho, aún no superamos el 1% de ventas anuales de vehículos eléctricos.
El desarrollo de la infraestructura de carga en Chile ha sido considerable en los últimos años. Según cifras de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), a diciembre de 2022 el país cuenta con 1.435 cargadores distribuidos en todo el territorio nacional. “En términos concretos, pasamos de instalar 24 cargadores en 2018 a instalar 443 durante 2022”, comenta Javier Contador, profesional del Área de Movilidad Sostenible e Hidrógeno Verde de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE).
A pesar de los avances de los últimos años, Chile aún se encuentra en una etapa incipiente en el desarrollo de la movilidad eléctrica, de hecho, aún no superamos el 1% de ventas anuales de vehículos eléctricos. Debido a esto, “todavía existen importantes desafíos propios de la masificación de estas tecnologías que debemos afrontar, como por ejemplo: la descentralización de la infraestructura de carga hacia las regiones, capacitación de instaladores, acondicionamiento de viviendas no adaptadas para la electromovilidad, preparación del sistema eléctrico para cubrir el aumento de la demanda energética, entre otros”, prosigue Javier Contador.
El profesional destaca que, actualmente, existen 240 comunas sin carga de acceso público, donde difícilmente se avanzará a la velocidad necesaria para lograr las metas de electrificación que nos hemos propuesto como país.
Brechas y desafíos
La SEC publica la información de los cargadores de acceso público, “donde se contabiliza un total de 750 puntos de carga a diciembre del 2022”, indica Diland Castro, profesional del Área de Movilidad Sostenible e Hidrógeno Verde de la AgenciaSE.
En ese sentido existen diversas dificultades para ampliar la infraestructura de carga. Una de ellas es el desconocimiento general de las tecnologías de electromovilidad y su funcionamiento. Se suma “la escasez de mano de obra con experiencia en la instalación y mantención de cargadores, principalmente hacia las regiones. Este es un factor que retrasa los tiempos de instalación o rehabilitación de cargadores y suele generar un aumento en el costo de los proyectos”, detalla Diland Castro.
En el caso de la carga residencial, una de las principales barreras es la adaptabilidad de las viviendas para la electromovilidad, muchas veces limitada por la capacidad de empalme o las características constructivas previa habilitación del cargador. “Por ejemplo, la complejidad de habilitar cargadores en estacionamientos subterráneos de los edificios que no fueron diseñados para habilitar infraestructura de carga”, indica Castro, de la AgenciaSE.
Para la carga de acceso público, una de las dificultades identificadas guarda relación con la rentabilidad de los proyectos en un contexto de baja penetración de vehículos eléctricos. En particular, cuando los ingresos percibidos no superan los costos operativos, muchas veces elevados debido al pago por potencia de las tarifas eléctricas actuales.
“Esta dificultad genera que la infraestructura de carga se focalice en las zonas más densamente pobladas, donde se prevé una mayor rentabilidad, en desmedro de zonas rurales menos densamente pobladas”, retrata Diland Castro. Lo anterior, dificulta el desarrollo de una red de carga que facilite la libre circulación de los usuarios de vehículos eléctricos a lo largo del territorio.
Programas de apoyo
La Agencia de Sostenibilidad Energética ha desarrollado múltiples proyectos e iniciativas en pos del desarrollo de la infraestructura de carga. Algunas de las iniciativas impulsadas por la AgenciaSE en esta materia son:
Red de carga pública para vehículos eléctricos de la Región Metropolitana
Busca impulsar la implementación de la primera red de infraestructura de carga pública con una perspectiva regional, habilitando al menos 2 puntos de carga de 22kW en cada una de las comunas de la región.
El primer programa de cofinanciamiento público para acelerar la instalación de cargadores rápidos a nivel regional. Se habilitarán 28 puntos de carga de 60kW en 14 ciudades. Logrando que todas las regiones de Chile cuenten con al menos un cargador rápido de acceso público.
Implementación de cargadores residenciales en programa Mi Taxi Eléctrico
En el contexto del programa Mi Taxi Eléctrico se implementarán los cargadores residenciales de 7kW de potencia en las viviendas de los taxistas beneficiarios. Mediante esta experiencia se ha generado experiencia práctica de la instalación masiva de cargadores, la cual es compartida con el ecosistema.
Debido a la creciente demanda de vehículos eléctricos, así como las ambiciosas metas de adopción adoptadas por Chile, los expertos son optimistas frente al desarrollo de la infraestructura de carga para que siga al alza y de forma acelerada.
En ese contexto, la planificación y coordinación de los actores es indispensable para avanzar en un despliegue real, eficiente y seguro que facilite una correcta transición tecnológica.
Fuente: La Tercera