2022 fue el año donde se rompió récord en inscripciones de vehículos propulsados con tecnologías de cero y bajas emisiones, y también en el cual se continuó con la conversión a vehículos eléctricos en el transporte público y en organizaciones de diversas industrias.
La industria del transporte es uno de los principales factores de contaminación en las ciudades, por lo que para cumplir con el desafío de ser carbono neutral en 2050, la transición energética en este sector es fundamental. Si bien la electromovilidad hace diez años parecía ser una meta lejana, hoy Chile se ha destacado por su implementación en el transporte público, siendo el segundo país después de China en contar con la flota de buses más grande.
Pero como todo cambio, la masificación de la electromovilidad tiene sus propios desafíos. El Ciclo de Conversatorios Nuevas Energías para Chile, organizado por La Tercera y Radio Duna, reunió a las expertas Paola Tapia, directora de Transporte Público Metropolitano; Carolina Lomuscio, gerente de Personas de Compañía Minera del Pacífico (CMP); y Cristina Victoriano, subdirectora de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE), para conversar sobre los avances y desafíos que existen en torno a la electromovilidad.
En el encuentro se destacó el avance que ha tenido Chile en materia de electromovilidad, si bien hace una década parecía una meta difícil de alcanzar, en la actualidad ya ha sumado su bus número 1000 a sus flotas y se espera alcanzar la conversión completa en la región Metropolitana en 2030, como plan para disminuir la huella de carbono. “Hay que destacar que las emisiones de contaminantes se reducen a cero porque además de los terminales donde se cargan estos buses, tienen energías limpias 100%, energías renovables. Entonces se produce un círculo virtuoso, en el que tienes un bus que no emite gases de efecto invernadero, tienes un electroterminal que carga con energías limpias y tienes usuarios y usuarias que se ven directamente beneficiados por esta tecnología”, destacó la directora de Transporte Público Metropolitano.
El sector privado es otro de los actores importantes en la electromovilidad, en especial por la participación que tiene el transporte en su ciclo de producción. “Como empresa esta tecnología nos permite apoyar toda la ruta de desarrollo sostenible mundial y del país, también nos permite mejorar la confiabilidad de nuestros activos, son buses que tienen menos componentes lo que permite una estabilidad mayor de su mantención”, indicó la gerente de Personas de CMP.
Para implementar una tecnología primero el mundo privado debe conocerla, y en este proceso la Agencia de Sostenibilidad Energética ha guiado a diversas empresas en la transición a la electromovilidad y los beneficios no solo ambientales que estos entregan. “Cuando tienes una flota de alto recorrido, comprendes que consumen mucha energía y que el costo de comprarse un vehículo nuevo es marginal versus lo que uno está consumiendo cada vez en combustible. Nosotros hicimos los cálculos, nos sentamos con las empresas, creamos un programa que se llama Aceleradora de Electromovilidad, que lleva cerca de 30 empresas que han sido acompañadas por la Agencia de Sostenibilidad Energética en su proceso de electrificar las flotas que más se mueven”, señaló la subdirectora ejecutiva de la AgenciaSE.
Si bien la electromovilidad ha tenido un importante avance en el transporte público y en el mundo privado, su masificación en los vehículos particulares aún es escasa debido al alto precio que tienen estos autos. Sin embargo, el panel destacó que para disminuir la huella de carbono lo importante es incentivar el uso del transporte público ya que tener más autos en las calles sigue teniendo un impacto en el medio ambiente.
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Fuente: La Tercera