Por Rosa Riquelme, directora ejecutiva de la AgenciaSE; y Juan Pablo Payero, jefe de Industria y Mercados para la Eficiencia Energética y el Cambio Climático de la AgenciaSE.
En general, el proceso de implementación de Sistemas de Gestión de la Energía en Chile (SGE) avanza cada vez con más fuerza. Si bien este tema no es nuevo, ya que ha estado presente desde hace muchos años en la política pública del sector energético, hemos podido observar que son cada vez más las organizaciones que se han propuesto implementarlos.
En este contexto, el sector productivo tiene una gran oportunidad de avanzar en la gestión energética que hacen en sus instalaciones.
Es decir, mejorar el desempeño energético sin sacrificar la calidad y continuidad de la operación y, el resultado de esto puede evidenciarse en un ahorro energético anual del 4,5% que en promedio han alcanzado las empresas que han implementado un SGE en Chile desde el año 2018 Es por lo anterior que todas las organizaciones, y sobre todo las de mayor tamaño y consumo de energía, deberían comenzar la implementación de Sistemas de Gestión de la Energía, sumándose a las más de 115 organizaciones que hoy en Chile cuentan con un certificado ISO 50001, estándar que establece los requisitos para la implementación de un SGE.
No obstante, y ya con la ley 21.305 sobre Eficiencia Energética en plena vigencia, llama la atención el que exista un importante número de empresas que aún no han visto en los Sistemas de Gestión de la Energía una oportunidad para tomar conciencia sobre las mejoras de productividad y competitividad que se pueden lograr gestionando adecuadamente los consumos energéticos. Durante los últimos cinco años, desde la AgenciaSE apoyamos a más de 75 empresas en el proceso de implementación y certificación de Sistemas de Gestión de la Energía, y en nuestro www.registroenergetico.cl contamos con consultores capacitados para acompañar a las organizaciones en estos procesos.
Finalmente, las principales recomendaciones para que un SGE se desarrolle de manera exitosa, pasan en gran medida porque las empresas entiendan que la decisión de implementar debe estar debidamente internalizada en la organización y debe formar parte de sus objetivos estratégicos.
Es clave contar con el capital humano adecuado, asegurando en todo momento que las competencias para gestionar adecuadamente la energía estén debidamente instaladas en la organización y, finalmente, contar con la asistencia técnica especializada, en la medida que cada organización necesite, velando porque dicho acompañamiento asegure la consecución de resultados y la continuidad del sistema de gestión en el tiempo.
Fuente: La Tercera